Adquirir una caja fuerte ignífuga es una inversión clave para proteger documentos, soportes digitales y objetos de valor. Sin embargo, muchas personas cometen errores en el proceso de compra que reducen la eficacia del producto y ponen en riesgo la seguridad de lo que más importa. Conocer estos fallos es el primer paso para evitarlos.
1. No verificar certificaciones oficiales
El error más habitual es elegir un modelo que no cumple normas europeas como EN 1047-1, EN 15659 o EN 1143-1. Sin certificación, no hay garantía real de resistencia al fuego ni de seguridad contra robos.
2. Subestimar la capacidad necesaria
Muchos compradores eligen cajas pequeñas pensando en el uso inmediato. Con el tiempo, los archivos y objetos a proteger aumentan y la caja se queda corta. Para volúmenes grandes, los armarios ignífugos son una mejor opción.
3. No considerar el tipo de contenido
El papel resiste más al calor que los soportes informáticos, que fallan a temperaturas más bajas. Usar una caja para papel con discos duros o memorias digitales es un error que puede provocar pérdida total de datos.
4. Descuidar el sistema de cierre
Una caja ignífuga con cerradura básica puede proteger del fuego, pero no de un robo. Es fundamental optar por modelos con cerraduras electrónicas, de retardo o biométricas, especialmente si se almacenan objetos de gran valor.
5. Elegir solo por precio
Un error frecuente es priorizar el coste frente a la seguridad. Los modelos más baratos suelen carecer de certificación y no ofrecen garantías reales. Una inversión inicial mayor asegura tranquilidad a largo plazo.
6. No comprobar el tiempo de resistencia
No todas las cajas ignífugas resisten lo mismo: algunas ofrecen 30 minutos, mientras que otras alcanzan 120. La elección debe basarse en el nivel de riesgo y en la naturaleza del contenido protegido.
7. Olvidar la instalación adecuada
Una caja mal instalada puede perder eficacia tanto en incendios como frente a intentos de robo. En el caso de cajas grandes y pesadas, es recomendable contar con instalación profesional.
8. No optar por cajas homologadas
Las cajas fuertes homologadas garantizan que el producto ha sido probado en condiciones extremas. No adquirir un modelo homologado es asumir un riesgo innecesario.
Comprar una caja fuerte ignífuga sin informarse correctamente puede llevar a errores costosos. Revisar las certificaciones, elegir la capacidad adecuada, valorar el tipo de contenido y asegurarse de que el modelo ofrece resistencia tanto al fuego como al robo es fundamental para garantizar una protección eficaz.